MUJER Y CORAZÓN

SALUD CARDIOVASCULAR EN LA MUJER

Mujer y Corazón es un proyecto estratégico de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y eje vertebrador de sus actividades durante el bienio 2023-2025. Su objetivo general es mejorar el conocimiento existente sobre las enfermedades cardiovasculares en la mujer, así como sensibilizar y concienciar sobre la salud cardiovascular de la mujer.

Mujer y Corazón
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Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en mujeres a nivel mundial. A pesar de que España presenta una de las tasas de fallecimiento más bajas por estas enfermedades en Europa, sigue siendo la principal causa de defunción entre las mujeres de nuestro país. Esto es así porque la mortalidad cardiovascular en las mujeres se dispara a edades avanzadas.

Algunos estudios han demostrado, por ejemplo, que las mujeres que sufren un infarto agudo de miocardio son, de media, 10 años más mayores que los varones y tienen más comorbilidades: más hipertensión, diabetes, demencia, accidentes cerebrovasculares, discapacidad, insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal.

Por otro lado, existen diferencias significativas en la forma en que se trata a las mujeres con enfermedades cardiovasculares, en relación con el enfoque que se da en los varones:

01

Se minimiza el riesgo de las mujeres para padecer enfermedad cardiovascular y se sobreestima el efecto protector de las hormonas en la etapa fértil.

02

Se olvida que las mujeres con antecedentes obstétricos (diabetes gestacional, eclampsia o preeclampsia, abortos espontáneos de repetición…) tienen muchas más probabilidades de sufrir patología cardiovascular a lo largo de su vida y que deben seguir un programa de revisión periódica.

03

Hay retrasos en el diagnóstico de patologías tan prevalentes y graves como el infarto de miocardio o la insuficiencia cardiaca en las mujeres. En muchas ocasiones, las propias mujeres y los profesionales sanitarios minimizan los síntomas o los atribuyen a otras patologías.

04

Las mujeres reciben una atención menos agresiva con los procedimientos diagnósticos y terapéuticos: se les realizan menos procedimientos intervencionistas y se les prescriben menos fármacos para reducir o paliar los efectos de los factores de riesgo cardiovascular.

05

Se les deriva menos a las unidades de rehabilitación cardiaca y hay una falta de aplicación de protocolos específicos para mujeres.

Como resultado de todo esto, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de reingresar y de morir cuando sufren determinadas enfermedades cardiovasculares como un infarto de miocardio.

La SEC lleva años trabajando en este campo. Desde 2016 cuenta con el Grupo de Trabajo Mujeres en Cardiología, -en la actualidad Grupo en Enfermedad Cardiovascular de la Mujer- que ha trabajado y sigue trabajando de forma incansable. El Proyecto Mujer y Corazón se desarrolla con el objetivo de sumar esfuerzos y dar soporte institucional a sus acciones, trabajando conjuntamente en diferentes iniciativas para mejorar la atención cardiovascular de la mujer.

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Objetivos principales del proyecto "Mujer y Corazón"

01

Maximizar el soporte institucional

para el desarrollo de acciones que mejoren el reconocimiento de los riesgos y el manejo de la enfermedad cardiovascular en la mujer.

02

Potenciar acciones de mejora del conocimiento de la salud cardiovascular

en la mujer, dirigidas a la población general y pacientes, en colaboración con la Fundación Española del Corazón (FEC).

03

Favorecer iniciativas multidisciplinares y colaborativas

con otras sociedades científicas en el ámbito de la salud cardiovascular en la mujer.

04

Impulsar el liderazgo y desarrollo profesional

de la mujer en cardiología, promoviendo la equidad.

05

Potenciar la concienciación global

(comunidad médica y social) de la problemática de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres.

¿Por qué azul cobalto?

El primer registro histórico del color azul lo encontramos en el antiguo Egipto, a través de un tinte sintético que se lograba a través de una mezcla de sílice, cal, cobre y un álcali. Esta inédita tonalidad cromática representaba la fertilidad y la vida, y empezó a usarse para representar el agua y los cielos.

En el siglo VIII surgió el azul maya, denominado el color del nuevo mundo. De origen vegetal, este pigmento se elaboraba a través de una combinación de añil y arcilla blanca en el contexto de un ritual relacionado con Chaac, dios de la lluvia, con objeto de purificar el alma.

En el año 1271, Marco Polo visitó las canteras de Badakhshan, en el actual Afganistán, y quedó asombrado por lo que vieron sus ojos: «Aquí hay una montaña de la que se extrae el mejor y más fino azul». El polvo de lapislázuli permitió obtener el llamado pigmento ultramarino, un azul perfecto asociado a lo sobrenatural, pero que resultaba tan raro y costoso como el oro.

Pese a su exclusividad, el azul tuvo una gran popularidad durante la Edad Media y revolucionó el mundo del arte durante el periodo renacentista, manteniendo su estatus divino: muchas de las vírgenes vestían de azul, mientras que en Jesús y los apóstoles eran más comunes los tonos tierra o marrones.

En el siglo XVIII, un creador de colores suizo llamado Johann Jacob Diesbach alteró la composición de la laca carmesí y dio lugar, fortuitamente, a un renovado azul, mucho más asequible económicamente, lo que permitió su uso masivo en tapices, porcelanas, estampillas y banderas. El nuevo pigmento se convirtió también en el color oficial del uniforme del ejército prusiano, lo que le valió el nombre de azul de Prusia.

A partir de entonces, pero sobre todo tras la II Guerra Mundial, los hombres comenzaron a vestir de azul por analogía con sus uniformes de guerra, una tendencia que mudó la clásica vinculación de este color con la delicadeza y la feminidad, tornándose ahora al valor, el heroísmo y la fuerza.

En nuestros días, el azul es un color que se relaciona con sentimientos como la simpatía, la armonía, la amistad, la tranquilidad y la calma. Además, algunos estudios sugieren que mirar tonos azulados ayuda a reducir la presión arterial y controlar el ritmo cardiaco.

Por todo ello, nuestro corazón azul cobalto late intenso y vibrante, nos transmite profundidad, confianza y estabilidad. El color escogido para el emblema de Mujer y Corazón evoca nuestra fuerza, pericia y determinación en la mejora del conocimiento y la sensibilización de las enfermedades cardiovasculares en la mujer.

I Reunión SEC
MUJER Y CORAZÓN

Visión integral de la salud y la enfermedad cardiovascular en la mujer.

Revive la jornada celebrada en la Casa del Corazón el 6 de marzo de 2024.